miércoles, 16 de septiembre de 2009

HIPOPÓTAMOS BLANCOS.

Han pasado dieciséis años desde la muerte de Pablo Escobar sobre los techos de la ciudad de Medellín. De todas las cosas que le ha dejado a Colombia, el gobierno trata de resolver un espinoso tema: sus hipopótamos.
En 1981, Escobar construyó una gigantesca finca llamada Hacienda Nápoles, que incluía una mansión estilo mediterráneo,con piscinas de natación, una plaza de toros con espacio para mil espectadores y una pista de aterrizaje. Como detalle final, Escobar se dedicó a coleccionar animales exóticos. Así fue como llegaron a la hacienda bestias como jirafas, cebras, canguros, rinocerontes y por supuesto, hipopótamos.
Luego de la muerte de Escobar, algunos de los animales fueron transferidos a zoológicos. Otros murieron por la falta de cuidados. Los hipopátamos, sin embargo se qiuedaron ahí en la hacienda, pasándola bien en los lagos artificiales contruídos para ellos por su antiguo amo. Además Colombia es un ambiente ideal para ellos por el clima, la vegetación , la ausencia de predadores.
En 1981 apenas eran cuatro. Hoy son alrededor de cuarenta de cuarenta y la población continúa creciendo, al ritmo de seis por mes y siguen los nacimientos: en diez años eso significaría cien hipopótamos. "Algunos lo ven como un resguardo en caso de que desaparezcan de África - explica Carlos Palacio, encargado de los animalitos -. Otros ven el crecimiento com una especie de bomba de tiempo."
No hay que olvidar que estos animales son los que mas gente matan en Africa.
El problema es que Pepe, uno de los hipopótamos, perdió su rol de macho alfa de la manada, y dejó la hacienda, llevándose consigo una hembra. Al poco tiempo se establecieron en Puerto Berriós y tuvieron cría. Las autoridades colombianas, al ver este nuevo foco de hipopótamos, decidieron actuar. Ningún zoológico estaba dispuesto a recibir a tres hipopótamos. Capturarlos costaba demasiado dinero: cuarenta mil dólares por cada uno. Llevarlos a África una vez capturados, además, es peligroso, por la enfermedades que pueden llevar ahí.
Pepe, entonces cayó víctima de un par de cazadores expertos, custodiados por un batallón del ejército colombiano.
Cuando la foto del asesinato salió en los diarios, se armó un escándalo tal que un juez de Medellín suspendió la búsqueda del retso de la familia de Pepe.
La hacienda Nápoles, devenida en parque temático, continúa albergando a los animalitos, aunque Carlos Palacio, el cuidador, dice que ya vió algunos rondando las aguas de un rancho vecino: el ejemplo libertador de Pepe hizo mella en sus enormes corazones.

3 comentarios:

Silvina Mora dijo...

Mi abuelo decía: "la culpa no la tiene el chancho, sino el que le da de comer " Y el viejo tenía razón. ¡Puede ser que nadie tenga corazón para brindarle condiciones de vida optimas y dignas a ese animal !!!? Te confieso que no leí el post, pero conocía el tema, es una bestialidad, y se meten con un hipo, que no joden a nadie !!!

austerlitz50 dijo...

"la culpa no es del chancho sino....". Y parece que ultimamnete lo tienen bastante alimentado...

austerlitz50 dijo...

Silvina, leelo, porque mas alla del tema animales, la historia, es increible, macondiana es poco... Que autor podria imaginar semejante historia. Se sabe, aca Kafka, solo podria dedicarse a limpiar vidrios en la 9 de julio...